sábado, 30 de junio de 2012

Aclarando

Toc, toc.
-¿Quién soy?
-Esa pregunta no debería hacerla yo?
-En los dos sentidos
Probablemente los dos
-Los dos
Bueno quizá no.
-De todas formas hagamos un trato.
Hecho.
-He de decir que a tres la conversación no funciona.
Vayamos al grano.
Dios.
-Empecemos por Él. Está presente, saludamos.
Sí.
Pues considero innecesario el presente.
-¿Cuál es cuál?
(Risas) Buena pregunta.
-Tenemos que profundizar en ello.
-En qué?
-En Él, yo.
Supongo, no?
Entramos para separarnos, pero estamos juntos.
-Siempre.
Presente.
(risas) quizá, peros.

Empecemos. La habitación, despacho, mesa de roble. Yo sentado, yo entrando.
Toc, toc.
-¿Quién soy?
-Esa pregunta debería ser mía.
-En los dos sentidos, sí.
`El trato está hecho.
-Vale, lo intentemos de nuevo.
La habitación es cualquiera, un yo dentro de otro.
-¿Y si le preguntamos a él?

Un interior, interno.
Toc-toc-toc.
Pues no ayudan las palabras. Las de arriba no.

No ayudaron.

No. Pero quizás Dios sí. Esta vez aclara.

Ahora un instante de penumbra, silencio. Como una oscuridad que aclare el mundo atardecer. Que se encoga y se recoga. Caliente, corriente, nade. Jade, jadee. 

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