Pues señores y señoritas la vida cambia. Así que así les dejo una historia del pasado que suele resumir bastante el futuro de algunos...
-Es el momento de elegir. Tienes que decidir entre inmolarte o morir. Puedes escoger no sufrir con el Mal, ser inmune, pero ser inmune también al Bien... o bien puedes coger disfrutar del Bien, sufriendo con el Mal también. Es un juego, como quieras, de palabras. Pero es cierto, el Bien no es sin el Mal, y el Mal no es sin el Bien.
Según pasa la vida, uno va llenando su alma o su cuerpo, según decida. Esa energía que nos rellena, marcada por el tiempo y su compañía grata, hecha de pequeñas gotas de lluvia, de magia. Donde al final, todo en duda, de las palabras o los sentidos, porque el sentir se esconde en una casa llena de espejos a uno mismo y al medio, donde encontrar algo más allá del mundo. Aquí voy escribiendo la narración de esa aventura, (..) creando colores como los del cielo y materia hecha por los sueños.
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